El misterio del tren azul (novela)

1928__N08_HP_The Mistery of the Blue Train = El misterio del tren azul

Editorial Molino 1987, pág. 255
trad. José Mallorquí Figuerola



Publicada en 1928, ésta novela proviene de un relato anterior "El expreso de Plymouth" publicado en la revista The Sketch en 1924 y que después apareció en un tomo de relatos en una fecha tan tardía como 1951.

Está narrada en tercera persona, mientras que en El expreso... el narrador era Hastings. 

Para Agatha Christie fue un libro de muy mal recuerdo porque le costó mucho de terminar y lo hizo nada menos que en nuestras Islas Canarias. Lugar donde se refugió después de la separación de su marido. En sus porpias palabras: ¡Realmente, no sé cómo acabé ese maltido libro!  Para empezar, no sentía ninguna alegría al escribir, ninguna inspiración. Había desarrollado un argumento convencional, adaptado de uno de mis anteriores relatos... debo de confesar que nunca me he sentido muy orgullosa de él.

A pesar de este cuadro tan nefasto, lo cierto es que se trata de una novela que se lee muy agradablemente y es muy entretenida. Quizá al principio hay un tono más de novela de aventuras rocambolescas, con siniestros personajes que transitan de noche por calles de París desiertas con oscuras intenciones, y después una cierta incidencia en colocarle amores a una chica nueva rica, pero hay que reconocer que imaginarse tan solo lo que podía ser el famoso "tren azul" con destino a la Riviera francesa, ya excita en nuestro ánimo multitud de imágenes (con las mimosas en flor, como dice la autora), que por supuesto el "expreso de Plymouth" no puede.

Ruth es una joven rica y por supuesto mimada por un potentado padre americano. Éste le regala unos rubíes costosísimos y con historia de la realeza. Ella ha vuelto a encontrar a un amor de juventud vetado por el padre, un conde francés que seguramente es un impostor, además de estafador de mujeres incautas.  Ruth tiene un marido con título y familia de rancio abolendo inglés, pero jugador empedernido sin un duro. El padre le pide que se divorcie,
pero no imagina que el conde está acechando de nuevo a su hija. 

La chica marcha con el tren azul hacia Niza. Sin ninguna prudencia se lleva sus joyas y a una doncella. En el tren viajan también, sin saberlo su marido (que en caso de divorcio se queda sin ingresos), una amante de éste, una chica, Katherine Grey que acaba de heredar una fortuna y ha sido invitada a casa de unos parientes nobles, pero pobres, y... Poirot.

La heredera aparece estrangulada y golpeada en la cara brutalmente. La doncella bajó del tren por orden de su ama en París, donde al parecer subió un desconocido. El conde también se encuentra en la costa azul ¿viajaba en el mismo tren?

Mientras las pesquisas avanzan por parte de la policía y de Poirot que ha recibido el encargo del magnate americano, Katherine Grey que precisamente es del pueblo St. Mary Mead (aunque no dice conocer a Miss Marple) es cortejada por el secretario del magnate y por el sospechoso marido de la recién asesinada.

Aparece el mayordomo de Poirot, George (la primera vez ?).







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